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Incendios en el Amazonas: ¿por qué arde uno de los lugares más húmedos del planeta?

  • Incendios Amazonas: ¿ qué arde lugares más húmedos planeta?
    Imagen: Wikipedia.

Arde la selva Amazónica; y lo hace como nunca lo ha hecho antes. El Pulmón del Planeta se asfixia con el humo de los incendios que la devastan pese a ser una de las zonas más húmedas de todo el planeta. ¿Por qué arde la Amazonía entonces?

Situación geográfica y climática del Amazonas

La selva Amazónica se desarrolla alrededor del río Amazonas y su cuenca fluvial, siendo el bosque tropical más extenso del mundo con 7.000.000 km2 repartidos entre nueve países, de los cuales Brasil y Perú poseen la mayor extensión, seguidos por Bolivia, Colombia, Venezuela, Ecuador, Guyana, Guayana Francesa y Surinam.

La selva tropical de la Amazonía presenta un clima ecuatorial, caracterizado por temperaturas altas durante todo el año (media superior a 27 °C a nivel del mar), lluvias abundantes y regulares superiores a 2500 mm/año y una amplitud térmica anual inferior a 3 °C. Es más, la humedad es tan alta que, en ciertas áreas de su vasta extensión, sus bosques son capaces de crear su propia temporada de lluvias con el vapor de agua que transpiran sus hojas. Esta combinación climática no solo favorece el desarrollo de una vegetación abundante y una rica biodiversidad única en el mundo, sino que actúa como un gran sumidero de carbono donde los ingresos y salidas de CO2 y O2 están equilibrados

La importancia del agua en la Amazonía

No es casualidad tampoco que el río Amazonas sea el río más caudaloso del mundo, pues las lluvias intensas y constantes que caracterizan el clima ecuatorial de la selva Amazónica dotan a los ríos de esta zona, especialmente a este por su longitud y recorrido, con mayor cantidad de agua.

La red de ríos que forman la cuenca amazónica, sobre la que se sostiene toda la selva tropical, marca los ritmos de la vida (especies de animales y vegetales) y de las sociedades humanas que la habitan, desarrolladas bajo una “Cultura del Agua” donde el recurso hídrico no solo es primordial en su alimentación, también es su medio de transporte y eje principal de su ocio.


Río Amazonas (Wikipedia/CC).


¿Por qué arde el Amazonas?

Son muchos los factores por los que cualquier extensión vegetal puede arder: natural, accidental, especulación, recalificación… (que nos lo digan a los españoles y los lamentables incendios de los que somos testigos todos los veranos, cuyas causas no parecen estar siempre claras). Pero ¿por qué arde el Amazonas? 


Imagen del Observatorio de la Tierra de la NASA de Lauren Dauphin, utilizando datos MODIS de NASA EOSDIS / LANCE y GIBS / Worldview y datos VIIRS de NASA EOSDIS / LANCE y GIBS / Worldview, y la Suomi National Polar-orbiting Partnership.


Para empezar, a diferencia de los incendios habituales en Europa (y especialmente en España) durante el verano, los del territorio amazónico son un tanto particulares. Aquí los incendios son raros durante gran parte del año porque el clima húmedo les impide comenzar y propagarse. Según explicó el profesor de Ciencias de la Conservación de la Universidad de Lancaster, Jos Barlow, a BBC Mundo: "Hay pocas evidencias de incendios forestales naturales en la Amazonía porque eso requeriría que hubiera rayos secos, es decir, sin lluvia. Esto es frecuente en algunas partes del mundo, pero no en el Amazonas”. ¿Entonces cuál es la causa? Si la posibilidad de que se genere un incendio natural en la Amazonía es poca o nula, nos lleva a pensar a lo que nunca queremos pensar: hay una intencionalidad detrás, ya sea directa o indirecta.  

Y detrás de esta intencionalidad, juega un papel fundamental la deforestación que sufre cada año la selva Amazónica. Pese a que muchos achacan la devastación de las llamas con los efectos del cambio climático sobre esta zona, y si bien puede este ser un factor potenciador de la situación durante la estación seca, no es la causa principal. Según un memorando técnico sobre la actual temporada de incendios que el Instituto de Investigación Ambiental del Amazonas (IPAM), entre el 1 de enero y el 14 de agosto de este año,se identificaron 32.728 brotes en la región amazónica. Un factor que podría explicar esta situación sería una intensa sequía registrada en 2016. Sin embargo, a pesar de ser la estación seca, los niveles de humedad en la Amazonía están actualmente por encima del promedio en comparación con los últimos tres años.



Vídeo de la deforestación (2000-2010) en el estado de Rondonia, Brasil. NASA.

Dicho esto, si la estación seca no explica los incendios actuales, la única explicación plausible es que la deforestación esté avivando las llamas. El fuego se usa comúnmente para despejar el terreno después de talar los bosques; además de para la obtención de madera, muchos árboles amazónicos se talan para plantar soja, abrir espacio para los lucrativos pastos de ganado u otros fines. “No hay incendios naturales en la Amazonía. Sin embargo, hay personas que encienden fuegos, que pueden empeorar y convertirse en incendios forestales durante la estación seca”, explicó la directora científica de IPAM, Ane Alenca, en un comunicado.

El riesgo de esta práctica en la Amazonia no solo reside en la evidente pérdida forestal y la consecuente pérdida de biodiversidad, sino que el bosque podría entrar en un sistema cíclico en el que esta pérdida volvería cada vez más seca a la región, y donde gran parte de la lluvia que genera el propio bosque húmedo del Amazonas decrecería por la disminución de la propia masa forestal. Por ende, aumentaría la sequedad del suelo, la posibilidad de una mayor actividad de deforestación y favorecería la propagación de los incendios

Y aunque aún no hay un informe oficial de la superficie vegetal quemada, se estima que el fuego ha consumido ya miles de hectáreas que albergaban una riqueza de biodiversidad incalculable. #PrayforAmazonas