La evolución de la Región de Murcia ha estado ligada a su agricultura, y, naturalmente, al agua, pudiendo afirmar que en nuestro código genético está el uso eficiente y óptimo de tan preciado bien.
Desde tiempos inmemoriales, observamos multitud de vestigios que avalan la lucha de nuestra sociedad por el control del recurso hídrico, pudiendo contar innumerables batallas perdidas por sus habitantes frente a las lluvias torrenciales o las interminables sequías.
Esta tierra siempre ha sido una gran zona piloto dónde el cambio climático, lucha contra la desertificación, economía circular o regeneración siempre han sido una máxima natural. Por ello, y gracias a que la necesidad agudiza el ingenio, se ha caracterizado por hacer posible lo imposible, convertir la deficiencia en oportunidad y hacer de la eficiencia un instrumento que se convierte en crucial.
La evolución en el simple gesto del reparto del agua para regadío llevó a las tierras del Levante español a algo tan crucial como originar los primeros tribunales de agua, motivado por las grandes disputas que las subastas de las “tandas de riego” ocasionaban.
La lucha contra las periódicas “gotas frías” llevó al primer plan contra avenidas materializado en el Segura, que trajo consigo una mayor capacidad de retención de agua y, por tanto, una mejor regulación para su aprovechamiento en futuras sequías, a lo que pronto se le unió el primer plan de modernización de regadíos del mundo, con no solo la implantación del riego localizado, sino con toda una digitalización del censo de la Comunidad de Regantes de Mula y que ocasionó una revolución hace ya más de 35 años que marcó un hito en el sector del agua. Con ello, se implementaron nuevos modelos de gobernanza del recurso, estableciéndose cupos mensuales de riego que fomentaban la racionalidad en las dosificaciones y fomentando I+D+i, que dio lugar a la primera libreta del agua y al famoso cajero del agua.
La climatología y la afección al medioambiente eran prioritarios, estableciéndose por ello la primera red climatología completa de España, que ayudaba y asesoraba a los agricultores en la toma de decisiones, así como el uso de sondas de neutrones para cuantificar la humedad real en el suelo y la afección del riego.
El trasvase ha representado un antes y un después en la forma de ser no solo de los ciudadanos, sino del oasis de vida que riegan sus aguas
Le debíamos a la naturaleza los recursos de los que disponíamos, y por ello era nuestra obligación devolver lo prestado en mejores condiciones, por lo que, tras invertir más de seiscientos millones de euros en los últimos veinte años, fuimos capaces de regenerar y reutilizar las aguas con un caudal total depurado de 1.600 Hm3 en este periodo.
La optimización y la eficiencia no solo van de la mano en el uso del agua en la agricultura: toda la sociedad murciana se diferencia en los gestos cotidianos, auto inculcándose una disminución del consumo o exigiéndose la manera de ser más eficientes, responsables y sostenibles con el agua.
Todo el esfuerzo vivido ha ido acompañado de un indiscutible desarrollo tecnológico, al que sin duda han ayudado las aguas excedentarias de la cuenca del Alto Tajo a través del más que discutido trasvase, infraestructura que ha representado un antes y un después en la forma de ser no solo de los ciudadanos, sino del oasis de vida que riegan sus aguas en tierras semidesérticas.
La Región no solo exporta productos agrícolas, sino que transfiere tecnología a nivel mundial, convirtiéndonos en una huerta tecnológica.
Actualmente, implementamos sistemas de riego localizado subterráneo, evaluamos mediante auditorías energéticas a las Comunidades de Regantes, impulsamos la generación de energías renovables en el regadío, interconectamos sensores al internet de las cosas, monitorizamos el riego o sustituimos el cajero del agua a realidades Blockchain, por citar algunas.
Esta es una breve descripción de nuestra evolución, que nos ha llevado a una particular revolución hídrica del siglo XXI, en la que no cambiamos las cosas cambiando la realidad existente: cambiamos construyendo un nuevo modelo que hace el existente obsoleto.