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Agua más sostenible

Sobre el blog

Salvador Merino Córdoba
Subdirector de Investigación del Instituto de Domótica y Eficiencia Energética de la Universidad de Málaga

Publicado en:

Portada iAgua Magazine
  • Agua más sostenible

Desde que Aristóteles definiera el sistema de desalación de agua marina, basándose en su evaporación y posterior condensación, la evolución de este proceso ha sido constante. Es evidente que todos los países costeros poseen un recurso hídrico inagotable y, por ello, España hace uso de su privilegiada situación geográfica. Pero, tradicionalmente, la desalación se ha visto envuelta en innumerables conflictos a raíz de sus elevadas necesidades energéticas. Por tanto, es difícil seguir planteando esta tecnología sin proponer soluciones que aseguren la producción de agua a precios adecuados, estables e independientes de las oscilaciones del mercado.

Desde el Instituto de Domótica y Eficiencia Energética, organismo dependiente de la Junta de Andalucía y sito en la Universidad de Málaga, se definió un modelo sostenible de generación de agua y energía, que paliase las actuales situaciones de escasez de agua y peligro de desertización con las que convivimos. Para ello, se estableció y registró la idea de combinar simultáneamente una planta desaladora, que almacenase el agua producida en canales, depósitos o pantanos, con una instalación solar fotovoltaica flotante situada sobre dichos lugares de almacenamiento. Esta última infraestructura lograba varios objetivos: generar más energía de la requerida sin la utilización de terrenos agrícolas; hacer uso de la planta solar como cubierta y sistema reductor de la evaporación del agua embalsada; y, finalmente, bajar la temperatura de los paneles fotovoltaicos gracias al entorno húmedo, incrementado considerablemente su producción eléctrica.

Era evidente que las posibilidades de usar este modelo en las zonas costeras serían inmediatas. En estas áreas de cualquier país se encuentran ubicados los terrenos turísticos más caros y las plantaciones agrícolas de mayor potencial económico. Por ello era fundamental lograr reducir al máximo el impacto ecológico de estas instalaciones. De ahí que la infraestructura se complementara con la incorporación de una planta de tratamiento de subproductos derivados de la salmuera, que hacen el modelo plenamente sostenible. Dicha planta es alimentada gracias al excedente energético logrado en el propio proyecto, posibilitando la alta demanda requerida por los procesos electrolíticos industriales que se aplican. Hay que destacar que uno de los principales retos de esta planta es la generación de hidrógeno verde que hoy tanto fomenta y requiere la Unión Europea.

Uno de los principales retos de esta planta es la generación de hidrógeno verde que hoy tanto fomenta y requiere la Unión Europea

Una vez definida su globalidad, el modelo fue designado como Agua+S y actualmente está inscrito en el registro ministerial como RTA-72-22. A partir de ahí ha sido impulsado por instituciones y administraciones y cuenta hoy con importantes empresas tecnológicas internacionales del sector hídrico que facilitan su desarrollo e implantación. Su trascendencia fue reconocida con el primer premio de innovación social pública en la provincia de Málaga y hoy son diversos los emplazamientos que estudian su próxima construcción. Haber nacido como solución a la trágica situación del pantano de la Viñuela en la comarca de la Axarquía, centro de la mayor producción de frutos subtropicales europea, solo fue el comienzo y hoy su difusión y conocimiento se extiende a lo largo y ancho de este mundo.

Con ello queremos dar respuesta a la escasez de agua desde el máximo compromiso con nuestro entorno natural, no utilizando terrenos agrícolas y evitando la salinización de los entornos fluviales y marinos. Esta confluencia de intereses con los ODS de las Naciones Unidas no es casual, ya que nace del espíritu permanente que ha originado este proyecto y, por ello, invitamos a todas las empresas y organismos a participar en él. Este ha sido el resultado de un esfuerzo conjunto y continuado, junto con la concurrencia de diferentes tecnologías ya existentes, de ahí la necesidad de seguir desarrollándolo porque, como diría el insigne Alexander Graham Bell: “Grandes descubrimientos y mejoras implican invariablemente la cooperación de muchas mentes”.