El agua es un recurso finito y América Latina y el Caribe posee una reserva importante del agua dulce del mundo. Sin embargo, si no se gestiona adecuadamente, no solo corremos el riesgo de no poder garantizar el acceso al agua para toda la población, sino que, además, podríamos incluso retroceder. Una forma de hacerlo es a través de una gestión integrada de recursos hídricos, sin embargo, aún no son muchos los países que realizan este tipo de gestión, poniendo en riesgo las reservas más importantes de agua dulce del mundo.
En América Latina y el Caribe, aún más de la mitad de los países registran niveles medio-bajo a muy bajo de implementación de gestión integrada de recursos hídricos, según estos estudios. Por eso, gran parte de los países deberán aumentar exponencialmente su tasa de implementación si quieren alcanzar la meta de desarrollo sostenible de 2030. En este sentido, es importante considerar este tipo de gestión, particularmente para atender recursos naturales que representan reservas importantes de agua dulce, como lo son las cuencas transfronterizas.
Las cuencas transfronterizas son de particular relevancia para la optimización de los recursos hídricos. Más del 70% de las aguas superficiales de la región transcurre en cuencas compartidas entre países, por lo que la gestión de las cuencas transfronterizas es un aspecto crucial para proteger los recursos naturales y el medio ambiente, una de estas es Pantanal.
Pantanal: Una reserva vital para América Latina y el Caribe
Pantanal es un ejemplo de este tipo de reservas en América Latina y el Caribe. Se trata del mayor humedal tropical del mundo, abarca 170.000 kilómetros cuadrados compartidos entre Bolivia, Brasil y Paraguay, el cual cuenta con una variedad de biomas interconectados e interdependientes. Sin embargo, la falta de incentivos para conservarlo, efectos de la variación del régimen de lluvias junto a otros factores climáticos, y su frágil gestión hizo que, el conocido también como el mayor humedal del mundo, se esté secando. Por esta razón, ya en 2018, los gobiernos de estos países firmaron la Declaración del Pantanal, durante el Día Mundial del Agua, como un compromiso para potenciar su conservación y desarrollo sostenible.
Sin embargo, gestionar un recurso natural de forma coordinada por tres países diferentes, supone un gran desafío. En busca de un modelo de manejo integrado de sistemas transfronterizos de aguas continentales apropiado para esta zona, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), con fondos de la Unión Europea a través de la Facilidad de Inversión en América Latina (LAIF, por sus siglas en inglés), y del Fondo de Cooperación para Agua y Saneamiento (FCAS) del Gobierno de España, está desarrollando una cooperación técnica para una gestión integrada de los recursos hídricos en la Cuenca Alta del Río Paraguay - Pantanal.
El objetivo de este proyecto es ayudar a los gobiernos de Bolivia, Brasil y Paraguay a desarrollar una acción integrada que permita garantizar la seguridad hídrica, a través de estudios que busquen evaluar un balance hídrico que conserve las cuencas, optimizando el recurso hídrico y la conservación de los ecosistemas, considerando así potenciales efectos climáticos y no climáticos que se den a futuro. Estas acciones, además de fortalecer la gobernanza del agua y su conectividad, generarán conocimiento para una mejor toma de decisiones.
Así, el proyecto se enfoca en articular la Iniciativa Pantanal, mediante procesos de coordinación internacionales, contactos institucionales, identificación de áreas de trabajo específicas, diseño de estrategias de intervención y programación e inicio de estudios técnico-científicos.
Pantanal tiene el potencial de beneficiar la gestión hídrica de los tres países, sin embargo, su conservación es relevante para todo el mundo. Además, su aporte tendrá un impacto positivo en el bienestar social y económico de la población y en la conservación de los servicios ecosistémicos, su biodiversidad y conectividad.
Durante los primeros meses de esta iniciativa, el proyecto ha logrado estudiar, analizar y realizar un diagnóstico de la situación del Pantanal a nivel transfronterizo, además de comenzar a diseñar una nueva herramienta de modelación hidrológica-hidráulica, que será transferido a los tres países. Los resultados de este proyecto contribuirán además a un nuevo proyecto del BID en alianza con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y co-financiado por la Facilidad Medioambiental Global (GEF por sus siglas en inglés), que promoverá la seguridad hídrica a través del fortalecimiento de la gobernanza del agua transfronteriza, el desarrollo sostenible y la gestión integrada intersectorial del Pantanal.
A fines de este año se espera concluir con el proyecto, marcando así un hito para el desarrollo sostenible y la gestión integrada en una de las fuentes de agua dulce más importantes de la región. Por eso, desde el BID y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), a través del Fondo de Cooperación para Agua y Saneamiento, apostamos por proyectos como el de Pantanal, que no solo permiten mejorar la gestión hídrica, sino que además muestran el poder que tienen las alianzas entre los países para la protección de un recurso que traspasa las fronteras. Un recordatorio importante, en el 50 aniversario del Día Mundial del Medio Ambiente, una instancia para concientizar y llamar la atención sobre los temas que afectan a nuestro ecosistema.
Para saber más de la labor del FECASALC y sus proyectos en estos 12 años, te invitamos a descargar “Avances y contribuciones del FECASALC al sector agua y saneamiento en América Latina y el Caribe”.
Conoce más las líneas de acción del Fondo LAIF
Autoras externas
- Andrea Ortega Carreño es consultora en Comunicación para el BID y La Cooperación Española y apoya el Fondo Español de Cooperación para Agua y Saneamiento para América Latina y el Caribe (FECASALC). Es doctoranda en estudios feministas y de género de la Universidad Complutense de Madrid.
- Eveline Vasquez-Arroyo es consultora de la División de Agua y Saneamiento del Sector de Infraestructura y Energía (WSA/INE) del BID. Eveline es ingeniera ambiental y de recursos naturales, con un máster y doctorado en Planificación Energética y Ambiental. Ella cuenta con varios años de experiencia en el sector de cambio climático y su relación con la integración de la seguridad hídrica, energética y alimentaria.
